Conversamos sobre la controvertida obra de Elfriede Jelinek, declarada feminista radical, capaz de hacer renunciar a un miembro del jurado de la academia sueca tras recibir el Nobel y ganarse la etiqueta de alimentar el anti-arte. Cruda, a medias entre la poesía y la prosa, árida y punzante, la obra de Jelinek nos sitúa ante una encrucijada: hasta qué punto la literatura tiene que ser amable con el lector, hasta qué punto no debe despreciarlo para alcanzar el goce supremo, como el esclavo ante su amo.